Muchas veces sentimos que los pesares de la vida nos abruman y que ya no podemos más. Sin embargo, en esas situaciones extremas y difíciles, como la que estamos atravesando, es que las mentes se tornan más brillantes, en búsqueda de nuevas soluciones y salidas a dichos problemas.

Puede sonarte algo lógico, pero hace 20 o 30 años, no lo era. La creatividad era una incógnita y comenzó a estudiarse recién desde el campo de la psicología. Últimamente, los científicos sociales le han puesto mucho interés y han encontrado este tipo de hallazgos motivantes. La principal transición tuvo que ver con el hecho de que los estudios dejaron de enfocarse en el individuo y sus razones para ser creativo, y pasaron a fijarse en el ambiente que rodea a las personas y puede motivar “reacciones creativas”.

Así, me quiero enfocar en el trabajo de Li Huang, Profesora Asistente de Comportamiento Organizacional de INSEAD, quien cree que incluso la más creativa de las mentes puede potenciarse más con factores culturales y del contexto en el que vive esa persona. Como ejemplo, nos cuenta que Albert Einstein no sacó su verdadero potencial sino hasta cuando falló un examen y tuvo que cambiarse de escuela; el confort y la seguridad con la que vivimos a diario a veces es un impedimento para buscar nuevas alternativas.

//www.iavq.edu.ec/wp-content/uploads/2020/07/child-sipping-from-pipe-graffiti-2103127-scaled.jpg

Seguramente te ha pasado que cuando propones alguna solución o idea loca en tu grupo de estudios o trabajo, muchas veces la reacción es de sorpresa y de recelo. Esa es la prueba de lo acostumbrados que estamos a no innovar. La investigadora ha planteado que las organizaciones pueden entonces intentar romper la paz de la costumbre para fomentar esta creatividad. A continuación vamos a ver 3 conceptos que estudió Huang en el pasado Huang y su relación con el tema creativo:

El sarcasmo
¡Así como lo oyes! Cuando alguien te dice una frase sarcástica tu cerebro intenta descifrar los significados ocultos y la intención con la que te lo dijeron. Si lo ves de esta manera, cobra sentido que tu creatividad aflore a diferencia de como lo haría en un ambiente lleno de halagos. Es importante entender que para que esta táctica funcione, debe existir de forma previa un ambiente de confianza entre los participantes, ya que, caso contrario, el sarcasmo puede traer como consecuencia sentimientos de disputa y conflicto que no van a beneficiar ni a la creatividad ni a la persona.

La curiosidad específica
Aunque pueda parecer obvia esta conexión, la investigación logró establecer una variante de la curiosidad más afín: la curiosidad específica. Ésta se refiere a una puesta en práctica en donde no todo es permitido, en donde hay barreras. Así, la curiosidad no es simplemente soltar soluciones como en una lluvia de ideas sino que implica centrarse en los parámetros establecidos e ir construyendo ordenadamente el pensamiento. Nos recomiendan la táctica de linkear ideas; primero creas un concepto y a partir de ahí lo perfeccionas sin abandonar el primero, logrando resultados inesperados y realmente creativos.

La disonancia entre mente y cuerpo.- La investigadora hizo pruebas en sujetos que fueron inducidos a un estado de disonancia corporal-mental y evidentemente fueron más creativos. La explicación tiene que ver con el hecho de que, al no reconocerse en una situación normal y aterrizada, el cerebro busca soluciones creativas de forma automática. Sin embargo, este no es un estado que podamos fomentar, ya que, en pocas palabras, podría llegar a convertirse en paranoia, lo que Huang llama el lado oscuro de la creatividad, un estado en donde la conspiración y la falta de confianza podrían destrozar al individuo.

//www.iavq.edu.ec/wp-content/uploads/2020/07/ETI-scaled.jpg

En base a sus 3 experimentos, Huang se siente en la capacidad de afirmar que la creatividad y la zona de confort no son buenas amigas. Por eso, y como conclusión, quiero invitarlos a desafiar las reglas de lo convencional; recordemos que estamos en una nueva normalidad, en donde nada es fácil y hemos adaptado todo lo que conocíamos creativamente. No se dejen aplastar por lo que estamos viviendo y permítanse volar a través de su arte, que es lo que nos motiva y nos da fuerzas. Demostremos que con nuestro quehacer podemos cambiar el mundo, tal como afirma la destacada actriz y activista, Cate Blanchett en su frase:

«El arte importa porque nos permite relacionarnos con nuestro complejo tejido social, nos autoriza a cruzar divisiones y trabajar juntos hacia una existencia más segura y significativa».

//www.iavq.edu.ec/wp-content/uploads/2020/07/Cate_Blanchett_face_1.jpg