Vaya tópico con el que empezamos este post…. el bien común y el diseño. Por más lógico que parezca para algunos, me resulta difícil comprender por qué aun a muchos les cuesta asimilarlo. Me refiero al bien común como base para la mejora constante de un colectivo del cual todos formamos parte. El ser humano invierte gran porcentaje de su vida en su trabajo y estudios, relacionándose con sus compañeros,
cumpliendo objetivos, solucionando problemas y capacitándose, entre otras actividades propias de estas áreas.
Pero, ¿qué pasa con el ser humano cuando no es feliz en su trabajo (profesión) y deja de aprender?… sencillo, deja de ser productivo por que ha perdido la motivación para superarse y continuar creciendo, no sólo a nivel profesional sino también personal.
Esta afirmación demuestra que invertir capital y tiempo en el desarrollo de los colaboradores de una empresa u organización es una de las mejores decisiones para lograr que el rendimiento se incremente y se genere un vínculo entre el trabajador y su empresa mucho más fuerte, como mencionaba Steve Jobs en varias de sus conferencias el mundo necesita gente que ame lo que hace.
La solución de conflictos empresariales internos puede ser una oportunidad para generar nuevas ideas, en donde el design thinking está en la capacidad de proponer y aplicar una metodología creativa centrada en el ser humano, empoderándolo y brindándole las herramientas necesarias para convertir sus ideas en prototipos reales.
El pensamiento de diseño en la actualidad ha extendido sus alas en diferentes áreas, siendo una de ellas el ámbito empresarial, donde está revolucionando las estrategias y herramientas de comunicación tanto internas como externas. En el presente artículo se realiza un breve acercamiento a como el diseño mediante el uso de diversas técnicas de trabajo en grupo basadas en la creatividad está mejorando las relaciones interpersonales de los trabajadores logrando incluir el concepto de felicidad dentro de sus establecimientos.
La gestión del talento humano se ha convertido en un factor crítico de éxito, generando beneficios no sólo a la empresa sino también a la sociedad y a la mejora del individuo. El objetivo es lograr que los empleados se sienten escuchados, entregando las condiciones y herramientas necesarias que se pueda aportar desde el pensamiento de diseño.
La dirección participativa tiene por objetivo generar espacios reales para los trabajadores estimulando la integración y sentido de pertenencia. Generando un entorno adecuado con empleados comprometidos y participativos.
El bien común es un tema de interés global, donde el trabajador es capaz de mejorar su entorno mediante un cambio de actitud personal abarcando diferentes puntos de vista que interesan directamente al cumplimiento de los objetivos planteados.
El design thinking es un acto creativo que permite solucionar problemas de diferente tipo y por su funcionalidad puede ser incluido dentro de las empresas, ayudando a su colaboradores a crear un mejor ambiente laboral, donde ellos voluntariamente pueden ser agentes activos del cambio, desarrollando sus actividades de forma más sistemática y consciente.
Como afirma Mariana Leal, consultora senior de la división de HR de Michael Page: “Es importante que las empresas sepan que es mucho mejor mantener un empleado y brindarle las garantías para que desarrolle sus labores a plenitud, que tener personal rotando cada mes, es por eso que las inversiones en bienestar laboral deben verse como un intangible en favor de la compañía y no como un gasto. Las acciones que se hacen en pos de los colaboradores sin duda alguna se verán reflejadas en tareas hechas con excelencia, disciplina y compromiso”
El bien común se entiende como una forma de sistema de mercado que varias empresas pioneras están planteando para contribuir a una mejora social. Cooperación que se construye en base a los valores que permiten la mejora de las relaciones labores e interpersonales tales como: confianza, responsabilidad, aprecio, democracia, solidaridad y cooperación con el único objetivo de que no sólo les vaya bien a las empresas, sino también a todos los seres humanos y a la naturaleza que nos rodea, este proceso vio la luz en octubre de 2010.
Dentro de este concepto empresarial se puede destacar valores importantes como la dignidad humana, solidaridad, transparencia, sostenibilidad ecológica, justicia social y la participación democrática, donde los diversos puntos se manifiestan en los grupos de contacto que la empresa posea por ejemplo: proveedores, financiadores, empleados y propietarios, clientes, productos o ámbito social.
¡Te atreves a ser parte del cambio!
Escrito por:
K.Cis IAVQ